La infancia es la etapa comprendida entre el nacimiento y los seis o siete meses de vida, es el momento inicial en el desarrollo de todo ser humano.
Es una etapa de la vida en el que empiezan a descubrir todo lo que se encuentra a su alrededor (sentimientos, emociones, nuevos objetos,…).
La infancia es una época clave de la vida, por ello el tiempo que pasamos con los hijos debería ser un momento donde les permitamos experimentar la toma de conciencia, la regulación y la comprensión de sus emociones y la de los demás creando en la familia un clima de confianza y oportunidades de aprendizaje, incluyendo por supuesto las posibilidades de equivocarse.
En esta etapa, aparecen los primeros reflejos (succión del pecho materno, contracción pupilar, reacción ante sonidos fuertes y ciertos sabores,…), también realiza movimientos espontáneos.
En la infancia hay unas necesidades, que se definen como aquellos aspectos del ser humano que han de ser satisfechos para que puedan desarrollarse adecuadamente y adaptarse así a cada una de las diferentes etapas.
Estas necesidades pueden ser básicas, generales y universales. Se centran en diferentes tipos: necesidades físicas-biológicas (alimentación, sueño, higiene, protección, …), cognitivas (estimulación sensorial, exploración, comprensión de la realidad,…), emocionales (seguridad afectiva, identidad psicosexual, autoestima, creación de vínculos amorosos, …) y sociales (red de relaciones, interacción con los demás, participación y autonomía amorosos, …)
En la infancia hay muchas características importantes, como el inicio del juego, control de esfínteres, su aspecto físico es muy característico, ya que suelen tener la cabeza más grande que el cuerpo. Empiezan sus primeras rabietas, son egocéntricos (todo lo ven solo desde su punto de vista), están en una etapa de inocencia, aun que según va pasando el tiempo esto va desapareciendo, tienen mucha admiración hacia sus padres, para ellos sus padres son casi lo único que importante y suelen tener un pensamiento muy concreto.
